domingo, 7 de diciembre de 2008

Alajuela

Última parada antes de coger el avión dentro de unas horas. En vez de quedarnos en San José, hemos optado por la ciudad de Alajuela, más cercana al aeropuerto y más tranquila. No mucho más bonita, las ciudades de Costa Rica no tienen nada de especial, pero Alajuela es más o menos agradable.
Costa Rica nos ha gustado, nos ha parecido un destino muy tranquilo, muy natural y se descansa a la vez que se disfruta. A pesar de ser un destino muy turístico, excepto en algunos lugares, no se tiene esa percepción. Eso sí, es un país bastante caro en comparación con otros lugares de América o Asia, por lo que quien tenga previsto venir hasta aquí tiene que prever un presupuesto de al menos 60 euros diarios por persona. Para muchas cosas, los precios son muy similares a los de Europa. Suponemos que es lo que hay que pagar por estar en medio de la naturaleza.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Sámara


Llegamos ayer a Sámara tras conseguir un transporte desde Montezuma. En el mapa, Montezuma y Sámara están a unos 50 kms de distancia por la costa pero no existe ninguna carretera que rodea el sur de la península de Nicoya por lo que tuvimos que hacer un gran rodeo por el interior y tardamos cuatro horas.
Sámara es una pequeña localidad costera a orillas de una gran playa. Es un lugar de vacaciones, con hoteles y apartamentos pero estamos casi solos, tenemos varios kilómetros de playa exclusivamente para nosotros. Si bien parece una estación balnearia un poco venida a menos, Sámara tiene ese encanto de sitio de playa, con sus chiringuitos a pie de playa y todos los servicios necesarios. Hay bonitas puestas de sol, es una playa muy fácil para bañarse al encontrase metida en una bahía protegida por un arrecife que bloquea las olas.
Muy cerca, a una hora andando, se encuentra Playa Carrillo, más salvaje y con kilómetros de arena desierta.
Hemos encontrado una posada muy bien llevada por unos jóvenes norteamericanos, con hamacas, piscina y unas habitaciones coquetas encaladas, un baño de piedra. Un lugar silencioso y muy recomendable para descansar ( se llama Entre Dos Aguas). Poco más podemos contar sino que estamos descansando. Apuramos los últimos minutos cerca del mar, pasado mañana tenemos que volver hacia San José ya que tenemos nuestro vuelo el domingo.


martes, 2 de diciembre de 2008

Isla de la Tortuga








Seguimos disfrutando del mar caliente, de la tranquilidad de Montezuma, bañándonos y dando buenos paseos. Los monos negros, hasta ahora esquivos, parecen haber decidido hacer como nosotros y han tomado la aldea. Se comunican con potente rugidos que nos depiertan al alba a falta de gallos.
El verano ya está aquí y hace sol y calor, aunque siempre puede caer algo de lluvia que refresca... además, hay que regar este gran jardín que nos rodea.
Como dijimos, hoy nos fuimos en barca hasta la Isla Tortuga, en el extremo este del golfo que baña el sur de la península de Nicoya. El mar estaba muy tranquilo, aunque el Pacífico es un océano que impone con su densidad, sus movimientos son constantes y se nota como las ondas van y vienen a escala de continentes.
La isla es pequeñita y deshabitada, tiene bonitas playas de arena blanca y está protegida por una bahía por lo que se puede bucear y nadar tranquilamente. Hemos hecho snorkeling, aunque el agua estaba muy turbia hemos podido ver que la fauna marina está tan exhuberante como en la supeficie terrestre. Esta zona no tiene casí habitantes y bordeamos una gran franja costera sin apenas un pueblo y nos cruzamos con muy pocos barcos de pesca.
Mañana, tenemos previsto llegar a Sámara, una playa que se dice muy hermosa. A vuelo de pájaro no se encuentra nada lejos, pero no hay casi transportes ni carreteras, estamos todavía estudiando ver cómo llegar.
(Colette, nos has pedido vernos en foto, pero con tantos monos, se nos olvida hacernos a nosotros, ésta es nuestra casita en Montezuma donde disfrutamos de unos buenos rones al acabar el día.)


























lunes, 1 de diciembre de 2008

Montezuma (Península de Nicoya)





Persiguiendo el "verano" costarricense, salimos de Manuel Antonio hacia Jacó, un poco más al norte, y cruzamos el golfo hasta la Península de Nicoya en lancha hacia Montezuma, donde nos hemos instalado unos días. La travesía fue dura porque había un fuerte oleaje y eramos una mota blanca en medio del océano. Llegamos mojados tras una hora y media a toda velocidad por estos mares limpios y azules, sin rastro de otras embarcaciones.
Montezuma es una pequeña localidad encantadora, un viejo reducto hippy que ahora es más bien un sitio eco-chic-bio-naturo-pijo, de surfistas sin camiseta, de brokers neoyorquinos que se disfrazan de rastafaris. En sus dos calles, hay de todos : bares, supermecados, restaurantes, centros de yoga, restaurantes de comida macrobióticos y mucha tranquilidad. Este lugar fue descubierto hace unos 50 años por una pareja de noruegos que forzaron al gobierno de entoncés a proteger sus bosques.
Estamos alojados en unas cabañas, las Luna Llena, en medio de un jardín en pendiente en el flanco de una colina, muy cerca del pueblo, donde los monos capuchinos y las ardillas se dan paseos matutinos por los árboles. Es un buen lugar para el relax.
Ayer fue un día de perros, una intensa lluvia no cesó durante 24 horas, parecía imposible que el tiempo se recuperara, pero hoy amaneció un día muy soleado y con cielo azul. Hemos podido disfrutar de la playa salvaje sin casi nadie a nuestro alrededor.
Mañana, nos iremos a la Isla de la Tortuga, con una agencia local llevada por unos chicos de Montezuma, el dinero se queda para ellos y no se queda en manos de los operadores americanos que pululan por aquí.